Cada diócesis debe elegir a una o dos personas para que actúen como persona(s) de contacto diocesana(s). Lo ideal es que se nombren dos colíderes como modelo de corresponsabilidad. Si hay más de una persona de contacto diocesana, se recomienda que se nombre al menos a una mujer y a un hombre. Pueden ser puestos voluntarios o remunerados, y podrían ser asumidos por personas que ya trabajan en la diócesis.
Las Personas de Contacto Diocesanas pueden ser sacerdotes, religiosos o laicos. Las diócesis pueden reflexionar sobre el posible papel de la(s) persona(s) de contacto diocesana(s) para continuar sirviendo el camino de la sinodalidad en la diócesis hasta octubre de 2023 y más allá. A continuación se ofrece un esquema recomendado de las funciones y responsabilidades.