
Ciudad de México, 25 de noviembre de 2021
El Cardenal Mario Grech, Secretario General del Sínodo de los Obispos, intervino esta mañana en la Asamblea Eclesial de América Latina y el Caribe durante la sesión dedicada a la misión titulada Id y haced discípulos a todas las naciones (Mt 28,19). “Intenten pensar en el escenario de la misión de una Iglesia no sinodal; una Iglesia en la que no caminamos juntos, no procedemos en ningún orden particular, cada uno reclamando el derecho a la misión. La evangelización ya no sería obra de la Iglesia, sino de muchos individuos, denominaciones, grupos, movimientos, que se acercarían a los demás en base a sus propios dones personales y exclusivos, no por mandato de Cristo”. Este es uno de los mensajes que el Secretario General del Sínodo de los Obispos dirigió a los participantes en la Asamblea Eclesial y continúa “…en un modelo de Iglesia que existe «en las Iglesias y a partir de ellas» (cf. LG 23), el anuncio del Evangelio debe ser una manifestación evidente de la comunión eclesial. Un proyecto misionero sólo puede surgir del proceso sinodal de escucha-discernimiento, que es, además, un ejercicio de discipulado. En esta perspectiva, el Documento Final del Sínodo de la Amazonia habla de «sinodalidad misionera». Todo lo contrario de ciertas formas de evangelización autorreferencial, que forman a las personas en una membresía cerrada -¡ojalá no sectaria! - que corre el riesgo de deslizarse hacia formas de proselitismo.
Refiriéndose más concretamente al Sínodo sobre la Sinodalidad, inaugurado los días 9 y 10 de octubre por el Papa Francisco, el cardenal Grech recuerda que “No será posible una conversión misionera si no se lleva a cabo una conversión sinodal, que implica una escucha humilde y respetuosa del otro y de sus razones; que tenga la valentía de pedir y dar el perdón; que quiera la unidad no al precio de la verdad, sino que nunca identifique la verdad con «mi» verdad. Tal vez éste sea el mayor esfuerzo, pero también constituirá el testimonio más fuerte, que dará contenido al don de la experiencia sinodal que pueden ofrecer a toda la Iglesia”.
Por último, el Secretario del Sínodo recuerda la importancia de la inculturación del Evangelio como posibilidad concreta de volver a un modo de vida evangélico. “Si «se encarna en los pueblos de la tierra, cada uno de los cuales tiene su cultura propia» (EG 115), espero que puedan «construir la comunión y la armonía del Pueblo de Dios" en esta tierra» (cf. EG 117 ) partiendo de las tradiciones y culturas del continente para traducir el único Evangelio de Cristo al estilo latinoamericano. Esto, como dice el Papa, no amenazará la unidad de la Iglesia, sino que mostrará que la Tradición no es un canto al unísono, una línea melódica de una sola voz, sino una sinfonía, donde cada voz, cada registro, cada timbre vocal enriquece el único Evangelio, cantado en una infinita posibilidad de variaciones”.
El discurso del cardenal está disponible en inglés (original) y en español.